- gobiernos y patronato recurren a medidas de austeridad, con el pretexto del combate a la “crisis”, que son verdaderos robos e intensificación de la explotación de la clase trabajadora y de los sectores más vulnerables de la población;
- los gobiernos suben los impuestos a los trabajadores, les disminuyen los salarios y reducen derechos conquistados por sus luchas en el pasado;
- los gobiernos recortan las pensiones, las prestaciones por desempleo y los varios apoyos sociales, pagos de antemano por los trabajadores con sus contribuciones, lo mismo sucediendo en la sanidad y en la educación, en beneficio siempre de los mismos: el capital financiero y el patronato en general;
- los bancos reciben apoyo financiero del Estado mientras las personas son obligadas a entregar sus casas a los bancos; el paro afecta a más de cinco millones de trabajadores en España y a cerca de un millón en Portugal y la mayoría de la población enfrentase diariamente con una vida de pobreza y explotación;
- la economía capitalista y el Estado favorecerán siempre al patronato y a los ricos, pero son los trabajadores los verdaderos productores de la riqueza social.
Sólo la clase trabajadora tiene la capacidad para paralizar la economía de forma a hacer con que los gobiernos cedan a los intereses de la población explotada y oprimida. Para ello, tenemos de ser capaces de ir más allá de paros de 24 horas aislados en el tiempo, más allá de la paralización de la actividad puntual en las industrias y sectores tradicionales, de encontrar formas de interrumpir todo el proceso de producción y consumo, de incorporar a la movilización al conjunto de la clase trabajadora, por precarizada y dividida que esté. Ganar la capacidad de hacer el mayor daño posible a los intereses económicos de la élite empresarial y financiera es el objetivo principal de la huelga general.
La huelga general debe también ser un paso hacia la autogestión, es decir, para la concienciación de que la clase trabajadora tiene la capacidad para recuperar el controlo sobre la economía y para repartir con justicia la riqueza producida, a través de procesos de participación directa y asamblearia.
La AIT-SP y la CNT-AIT, como organizaciones anarcosindicalistas que son, practican un sindicalismo independiente y revolucionario, de acción directa y apoyo mutuo, rechazando cualquiera colaboración de clases y cualquier apoyo del Estado y del capitalismo. Participamos en la jornada de movilización internacional de 14 de noviembre junto con las demás secciones de la Asociación Internacional de los Trabajadores, que lucha por la construcción de una sociedad libre e igualitaria, donde todos podamos vivir con dignidad.
¡Por una huelga general por tiempo indeterminado!
¡Por la auto-organización y auto-emancipación de los trabajadores!
CNT-AIT
AIT-SP