Texto escrito en Mayo de 2009 en solidaridad con los “25 de Caxias”, veinte y cinco presos y ex-presos que fueron juzgados por participación en el alegado “motín” en la Prisión de Caxias (Lisboa) ocorrido en 23 de Marzo de 1996. El juicio, realizado entre Marzo y Julio de 2009 resultó en la absolución de los inculpados.
Más información en varios idiomas en: www.presosemluta.tk
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Contexto
Desde 1994, un gigantesco movimiento de presos tuve inicio en cárceles de todo el país, en lucha contra las pésimas condiciones de reclusión e exigiendo simplemente que el Estado cumplidse sus propias leyes: derecho a asistencia medica, derecho a una celda individual, fin de las agresiones por los guardas y de las muertes misteriosas.... Los presos escribieron comunicados denunciando las situaciones y exigiendo el cumplimiento de sus reivindicaciones y iniciaron varias huelgas de hambre e de trabajo.
En 1995, un nuevo Director General de Prisiones, Marques Ferreira, sin ligaciones anteriores al submundo carcelario, intentó renovar el sistema prisional, apelando a los presos para que denunciasen todas las situaciones “ilícitas, corruptas y injustas” que conociesen, substituyendo personas en varios cargos e liderando una “cruzada de moralización”. Esto levó a respuestas desde dentro del sistema carcelario que se sintió amenazado – incluyendo amenazas de muerte por las mafias carcelarias – y a muchas presiones que levaron a la dimisión de Marques Ferreira en el inicio de 1996. Fue substituido por Celso Manata, que colocó fin al esfuerzo de “moralización” y proclamó su compromiso en asegurar que todo continuaba como antes.
Mientras tanto, la situación en las prisiones portuguesas se había deteriorado aun más. En 1996 existían 12797 presos en un espacio construido para 8599. La estadística de sobrelotación había atingido, en las prisiones centrales, 247% y, en las prisiones regionales, 503%! Había un elevado número de suicidios y de otras muertes en las prisiones de aquella época (Portugal tuve, segundo dados oficiales, en 1997, 106 muertes por cada 10000 presos).
Muchas organizaciones internacionales de derechos humanos denunciaron el non respecto por la dignidad de los presos, la total ausencia de condiciones de higiene mínimas, la propagación de numerosas enfermedades, las palizas y asesinatos, y un longo etc...
La verdad sobre el “motín” de Caxias
Durante los meses de Enero y Febrero de 1996, la agitación creció en las cárceles portuguesas, después del Presidente de la Republica, por la primera vez desde 1974, haber recusado una amnistía a los “presos comunes”, mientras la concedió a los miembros del grupo armado de izquierda “FP 25”. En Marzo, todos las prisiones del país estaban en huelga, con huelgas de hambre y de trabajo, con muchos presos firmando los comunicados y declaraciones. El movimiento estaba ganando mucha atención mediática y apoyo público. Para el gobierno, la administración carcelaria y los sindicatos de carceleros, esta lucha se había tornado muy inconveniente.
En el 23 de Marzo, los presos de la Prisión de Caxias decidieron exigir el derecho a una celda individual, establecido por la ley, e exigieron hablar directamente con los periodistas. En el reducto norte de la prisión, por la noche, se recusarón a entrar más que uno por cada celda. Antes, los carceleros no habían servido comida a los presos y les dieron en substitución una mixtura no identificada (como habitualmente) de drogas, llamada de “medicación”.
En vez de conversaciones con los presos, el grupo anti-motin de instituciones penitenciarias fue llamado y entró en los corredores de la cárcel disparando balas de goma y dando brutales palizas a todos los 180 detenidos del Reducto Norte. Esta intervención fue directamente coordinada por el Director General de Prisiones Celso Manata y por el Ministro de Justicia Vera Jardim.
Más de cien detenidos resultaron heridos y un de ellos perdió un ojo debido al impacto de una bala de goma. Mientras estaban siendo levados, los presos fueron empujados por las escaleras y forzados a pasar entre dos líneas de carceleros que continuaban a golpearles. Celso Manata, el Director de Prisiones, estaba presente y asistió a todo esto. ¡¡¡En 2005, este mismo hombre, Celso Manata, fue designado por el Consejo Europeo para miembro del Comité Europeo para la Prevención de la Tortura!!!
La “normalidad democrática” había sido reestablecida y los presos fueron forzados a volver a su sufrimiento silencioso.
Trece años después, el Estado portugués demuestra que no se olvida de castigar aquellos que luchan contra el. Mientras todas las quejas de presos por las palizas que levaron fueron rápidamente archivadas, justo antes de acabar el límite para la prescripción de los hechos, estos 25 hombres, escogidos de forma aleatoria en 180, están siendo juzgados por el solo “crimen” de luchar por su dignidad.
Trece años después, el Estado portugués demuestra que no se olvida de castigar aquellos que luchan contra el. Mientras todas las quejas de presos por las palizas que levaron fueron rápidamente archivadas, justo antes de acabar el límite para la prescripción de los hechos, estos 25 hombres, escogidos de forma aleatoria en 180, están siendo juzgados por el solo “crimen” de luchar por su dignidad.